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Todos hemos oído hablar alguna vez de los superalimentos. Cada año aparecen alimentos nuevos a los que se les confiere características y beneficios especiales para el cuerpo humano.
Pero ¿Son realmente estos alimentos diferentes a otros que consumimos habitualmente? ¿Debemos centrar nuestra dieta en estos tipos de alimentos?
Los superalimentos se definen como aquellos que cuenta con una mayor cantidad de propiedades que afectan de forma positiva a nuestra salud. Pero realmente estos alimentos suelen provenir del extranjero y además no suelen existir estudios que defiendan que de verdad estos alimentos tengan propiedades que pueden llegar a considerarse como medicinales.
Entonces ¿Dónde queda este término: nutrición o mercadotecnia?
Los superalimentos más conocidos
Si nos ponemos a pensar cuales son los superalimentos más conocidos seguramente tengamos una respuesta rápida. Son alimentos que nadie conocía pero que en poco tiempo, se han incorporado en la lista de la compra de muchos españoles.
Entre los alimentos que reciben esta denominación encontramos:
Quinoa
Este producto ya se consumía en países como Bolivia desde hace 5000 años, pero se incorporó en nuestras recetas hace relativamente poco. Es un ingrediente que realmente tiene muchas propiedades y es un excelente sustituto para los cereales refinados. A pesar de esto, no se le pueden aportar beneficios medicinales.
Bayas de Goji
Un alimento que procede directamente de la medicina tradicional China. Se hizo un hueco en nuestra gastronomía a través de los grande restaurantes. Se caracterizan por tener una gran cantidad de propiedades, aunque sus supuestas capacidades terapéuticas son la que han hecho que se dispare el precio.
Semillas de Chía
Consideradas como una de las fuentes más importantes de Omega-3. Son un alimento que sirve como complementación, por lo que su ingesta no es muy grande. Además, su difícil digestión provoca que estas propiedades que se le otorgan, no se aprovechan bien.
La verdad detrás de la moda de los superalimentos
Debemos de tener en cuenta que estos alimentos si que contienen propiedades que pueden presentar beneficios para la salud. Esto no lo debemos confundir con propiedades medicinales o curativas. Esta última característica es la que hace que muchas veces estos alimentos se vendan en el mercado a precios muy elevados.
No existen estudios científicos fiables que avalen afirmaciones como que algunos alimentos evitan el desarrollo de células cancerígenas.
Existen componentes en fruta y verdura a los que se le atribuyen beneficios en terapias contra el cáncer, pero solo aislando esos componentes y tomándolos en forma de suplementos.
El uso del términos superalimento tiene un uso restringido en el etiquetado de los alimentos.
Desde el 2007, la Unión Europea limitó este etiquetado solo para aquellos productos que tuvieran una propiedad concreta y que además, estuviera avalado por un estudios científicos fiables.
Hay muchos alimentos que consumimos de forma habitual, como los espárragos o la alcachofa, y que también presentan propiedades y beneficios para nuestra salud.
Recuerda que lo mejor siempre es consumir productos de proximidad y de temporada, ya no solo por sus beneficios nutricionales. Estos alimentos tendrán una calidad organoléptica mayor y además tendrán un menor precio.

Farmacéutica y dietista-nutricionista colegiada CV00443, fundadora y directora de Nutt Consejo Nutricional, un centro de referencia en nutrición clínica y digestiva en Valencia. Desde hace más de 16 años ayudo a las personas a mejorar su bienestar físico y emocional a través de una alimentación personalizada, basada en la evidencia científica y en la escucha real del cuerpo.
Mi trabajo se centra en entender la causa de los síntomas, no en poner parches temporales. En consulta abordo desde patologías digestivas complejas —como SIBO, disbiosis intestinal, síndrome del intestino irritable, histaminosis o intolerancias alimentarias— hasta desequilibrios hormonales vinculados a la perimenopausia, la menopausia o el hipotiroidismo, sin olvidar la influencia de la microbiota, el estrés y las emociones en cada proceso metabólico.
Formada en Farmacia y Nutrición Humana y Dietética, siempre he buscado unir la mirada científica con la comprensión humana. Mi enfoque no es solo técnico: creo que comer bien no es seguir una lista de prohibiciones, sino reconciliarse con la comida y con el cuerpo, aprendiendo a interpretarlo y a cuidarlo. Por eso, en Nutt trabajamos con un equipo multidisciplinar que integra nutrición, psiconutrición, educación alimentaria y terapia de apoyo, ofreciendo soluciones completas y sostenibles.
En los últimos años me he especializado en nutrición hormonal femenina y menopausia, un campo en el que combino la práctica clínica con la divulgación científica. Creo firmemente que la salud de la mujer no puede reducirse a calorías o peso, sino que necesita entender su fisiología, sus cambios hormonales y su historia vital. Por eso divulgo activamente sobre temas como los fitoestrógenos, la resistencia a la insulina en la perimenopausia, el papel de la microbiota en la regulación hormonal o la relación entre alimentación, descanso y deseo sexual.
Además de la práctica clínica, soy colaboradora habitual en medios de comunicación nacionales como ABC Bienestar, donde publico artículos semanales sobre nutrición y salud con rigor y lenguaje cercano. También participo en espacios televisivos como Saber Vivir o À Punt, y en medios locales como Levante TV, siempre con el objetivo de acercar la ciencia de la nutrición al día a día de las personas. Mi labor divulgativa busca desmontar mitos, ofrecer claridad y empoderar a quienes buscan mejorar su salud sin caer en dietas restrictivas ni soluciones milagro.
He formado parte de distintos proyectos educativos y charlas profesionales, y actualmente compagino la dirección de Nutt con la escritura de un libro sobre la menopausia —una obra que combina ciencia y narrativa para ayudar a las mujeres a entender esta etapa con libertad y autoconocimiento—. También diseño protocolos personalizados de nutrición digestiva, hormonal y metabólica, adaptados a cada paciente, porque no hay dos organismos iguales ni dos historias de salud idénticas.
Mi propósito es acompañar a las personas a reconectarse con su cuerpo desde la comprensión y la ciencia, guiarlas con cercanía y ofrecerles herramientas reales para recuperar su energía, su bienestar digestivo y su equilibrio hormonal. En Nutt trabajamos con esa filosofía cada día: alimentar con propósito, enseñar con evidencia y cuidar con empatía.
Si deseas saber más sobre cómo la nutrición puede transformar tu salud digestiva, hormonal o emocional, te invito a descubrir mi trabajo en Nutt, leer mis artículos en prensa o agendar una primera consulta personalizada. Porque cuidar de ti empieza por entenderte.
