Dame pan … pero no me digas tonto
En los últimos meses, se ha desatado mucha polémica con la confusión que pueden causar algunos etiquetados de alimentos que consumimos de manera habitual. Entre muchos otros podemos encontrar la pechuga de pavo, la pasta o el pan integral.
Puedes ver la notica completa de la mano de Elisa Escorihuela en los Informativos de Levante «València en Directe».
La normativa
Si revisamos la legislación actual, data de 1984, hace 34 años. Además, la Reglamentación Técnico-Sanitaria actual define el pan integral como aquel que está “elaborado con harina integral”, es decir, basta con que tenga una mínima cantidad de harina integral para poder etiquetarlo como tal.
En otros países de Europa ya se ha actualizado la normativa para la venta de estos productos, por ejemplo:
- en los Países Bajos exigen que para que un alimento pueda ser etiquetado como integral debe de contener el 100% de la harina integral
- otros como Alemania exigen un 90%
- y Suecia y Dinamarca, mínimo, un 50%.
En España se avecinan cambios en el etiquetado alimentario. El Gobierno prepara una nueva normativa, en la que entre otros fines, se busca darle una distinción al pan artesanal y que solo se pueda etiquetar como integral aquel que sea elaborado 100% con harina integral. Es decir, aquel pan que está elaborado con la harina que se produce al moler el grano entero del cereal, conservando todas sus partes:
- salvado
- germen
- y endospermo
Después de tantos años y tantas protestas por parte de los consumidores es un gran paso, sin embargo, hasta que la Ley se ponga en marcha tenemos que tener en cuenta algunos aspectos a la hora de escoger el pan que vamos a consumir.
Para distinguir un alimento integral de aquel que no lo es, lo primero que tendremos que hacer es fijarnos en que el primer ingrediente sea harina integral o grano entero, ya que en el etiquetado los ingredientes se citan de manera decreciente.
Otro de los aspectos a tener en cuenta, es que el azúcar no forme parte de los tres primeros ingredientes y a poder ser, que el resto de ingredientes o cereales que se incluyan tengan también la denominación de integral.
Ejemplos de etiquetado en pan integral:
Beneficios del consumo de productos integrales
Los estudios apuntan que las personas que consumen más raciones de productos integrales presentan:
- menor riesgo de episodios cardiovasculares
- tienen menos probabilidad de aumentar de peso
- tienen menos riesgo de sufrir cáncer de colon
- y una menor probabilidad de padecer diabetes tipo 2
Por ello, toda normativa que beneficie la venta de productos integrales sin dar lugar a una posible confusión y facilite así la compra del consumidor será muy beneficiosa en nuestra sociedad.
Por ultimo recordarte que si quieres aprender de nutrición o bien deseas cambiar tus hábitos alimenticios estamos para ayudarte. Ponte en contacto con nosotras y cuéntanos tu caso.
Estaremos encantadas de acompañarte hacia una vida más saludable.
Sandra Soler Olcina
Dietista Nutricionista Valencia
Nutt, Tu Centro de Nutrición en Valencia