El nacimiento de los restaurantes
Hasta el S. XVIII la única posibilidad de comer fuera de casa era hacerlo en puesto callejeros que había en todas las ciudades. A parte de esto, en las tabernas se servían comidas sencillas como acompañamiento de las bebidas alcohólicas.
La alta sociedad, que no frecuentaba las tabernas y acudía a los cafés (que se había creado en Italia) donde se servían pasteles, te, chocolates. El primer café fundado en París fue el Procope, en 1674 y todavía sobrevive.
En un puesto intermedio, entre los cafés y las tabernas, se encontraban los pubs ingleses, que servían fundamentalmente bebidas alcohólicas, pero contaban con un apartado donde se servían comidas.
En 1765, Boulanger abre un local en el que se sirven los caldos «restauradores» destinados a los obreros y transportistas, ademas se sirve un plato de cordero en salsa blanca que en seguida se hace famoso.
En el primer local que se dedica única y exclusivamente a la venta de comida elaborada. La asociación de gremios le lleva a juicio acusado de intrusismo (hasta entonces los taberneros, vendedores ambulantes o chacineros podían vender comida) pero Boulanger gana ante los tribunales abriendo el camino a la creación de u negocio que pronto se mostrará fructífero.
Boulanger, parafraseando la Biblia escribió en la puerta de su local: «venite a me omnes qui stomacho laboratis ego restaurabo vos», derivaría la palabra restaurante que conocemos hoy en día.
En el diccionario de 1771, la palabra restaurador se definiria como: «Aquel que posee el arte de hacer verdaderos caldos restauradores y el derecho de vender toda clase de cremas, potajes de arroz, huevos frescos, macarrones, volatería, confituras, compota y otros platos salutíferos y delicados».
Revolución francesa
Después tras la Revolución Francesa, miles de cocineros, camareros y sirviente se quedaron sin trabajo. El nacimiento de los restaurantes; fue para ellos una extraordinaria salida laboral. En 1789 existían en París 100 restaurantes, en 1795 unos 500 y en 1810 se podían contar más de 2000. A estos nuevos establecimientos acudía la burguesía enriquecida, reservaban mesa, se les ofrecía un listado con los alimentos que se podían tomar y al final se les entregaba otro con lo habían consumido.
Había restaurantes de todos los precios y servicios. El primer restaurante de lujo lo fundó Beauvillers en 1782. En los salones de Beauvillers los manteles, la vajilla y la cristalería eran de lujo, los camareros vestían elegantemente, la comida era exquisita y se preciaba de una bodega selecta. Su propietario, que hablaba cinco idiomas, conocía a los clientes habituales por su nombre y los saludaba tras la consumición, por supuesto los precios eran ya desorbitados para la época
Elisa Escorihuela Navarro
Dietista – Nutricionista Valencia
Lda. En Farmacia
