Índice de contenidos
- 1 ¿Qué es el reflujo silencioso y en qué se diferencia del reflujo clásico?
- 2 ¿Cómo se diagnostica el reflujo silencioso?
- 3 Dieta para el reflujo silencioso
- 4 Preguntas frecuentes sobre la dieta para el reflujo silencioso
- 4.1 ¿Qué es exactamente el reflujo silencioso?
- 4.2 ¿Qué alimentos debo evitar si tengo reflujo silencioso?
- 4.3 ¿Puedo volver a comer de todo si sigo la dieta?
- 4.4 ¿Cuánto tiempo dura la dieta para el reflujo silencioso?
- 4.5 ¿La dieta es igual para todos los pacientes con reflujo silencioso?
- 4.6 ¿Buscas un tratamiento nutricional para el reflujo silencioso?
Aprende a identificarlo, entenderlo y tratarlo desde la raíz a través de una dieta para el reflujo silencioso elaborada por nutricionistas con mas de 15 años de experiencia.
En consulta, cada vez veo más personas que acuden por molestias crónicas que no saben cómo explicar del todo: tos seca que no se va, carraspeo frecuente, cambios en la voz, una mucosidad espesa que molesta… muchas de ellas han probado jarabes, antihistamínicos o incluso antibióticos, sin resultado. En muchos casos, lo que hay detrás es reflujo silencioso, una forma poco conocida pero muy frecuente de reflujo que afecta especialmente a la garganta, la laringe y las vías respiratorias altas.
Y aunque el nombre suene inofensivo, puede alterar profundamente la calidad de vida si no se trata bien. En este artículo te explico en profundidad qué es el reflujo silencioso, por qué ocurre, cómo se diagnostica y cómo un enfoque nutricional puede marcar la diferencia. Y sí, al final te doy un ejemplo real de menú para 5 días.
¿Qué es el reflujo silencioso y en qué se diferencia del reflujo clásico?
El reflujo silencioso, conocido médicamente como reflujo laringofaríngeo (RLF), es una afección en la que los ácidos del estómago ascienden por el esófago hasta alcanzar la laringe, la faringe o incluso la nariz y los oídos. A diferencia del reflujo gastroesofágico típico (el que genera ardor o acidez), el reflujo silencioso no suele provocar dolor en el pecho ni sensación de quemazón.
Esto lo hace más difícil de detectar, ya que los síntomas se manifiestan en otras zonas: la garganta, la voz o incluso la respiración. Y por eso muchas veces se confunde con alergias, infecciones, asma o problemas otorrinolaringológicos.
¿Por qué ocurre?
Todo comienza en el estómago. Allí, los jugos gástricos cumplen una función vital: digieren los alimentos, activan enzimas y protegen frente a bacterias. Pero para que todo funcione bien, esos ácidos deben permanecer donde les toca. Lo que evita que asciendan es un sistema de «válvulas naturales»: principalmente el esfínter esofágico inferior y el esfínter esofágico superior.
En el reflujo silencioso, estos mecanismos fallan, ya sea por presión abdominal, debilidad muscular, ciertos alimentos, medicamentos, estrés o malos hábitos posturales. Y el ácido logra subir, irritando mucosas que no están preparadas para resistirlo.
¿Qué síntomas provoca el reflujo silencioso?
- Aunque varían de una persona a otra, los más frecuentes incluyen:
- Carraspeo constante, especialmente al despertar
- Tos seca crónica, sin causa aparente
- Sensación de “algo” en la garganta (como si hubiera mucosidad o un cuerpo extraño)
- Ronquera, cambios en la voz o pérdida vocal temporal
- Mucosidad espesa en garganta y nariz
- Dificultad o dolor al tragar
- Halitosis persistente
- En algunos casos: picor de oídos, otitis recurrentes o náuseas matutinas
Muchos pacientes viven años con estos síntomas sin saber que el origen es digestivo. Y ahí es donde la alimentación juega un papel fundamental.
Sientes la garganta irritada cada mañana, no puedes dejar de toser, y nadie encuentra el motivo.
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¿Cómo se diagnostica el reflujo silencioso?
El reflujo silencioso puede pasar desapercibido incluso para especialistas. Por eso el diagnóstico requiere:
Historia clínica detallada. Preguntar de forma muy concreta por síntomas, horarios, hábitos alimentarios y posturales.
Laringoscopia. El otorrinolaringólogo puede observar si hay inflamación o irritación en las cuerdas vocales, faringe o laringe.
Pruebas complementarias. Como la pH-metría esofágica, que mide los niveles de acidez a lo largo del esófago durante 24 h, o la impedanciometría.
Respuesta al tratamiento. En ocasiones, se realiza un tratamiento de prueba para ver si los síntomas remiten.
El diagnóstico es clínico, pero la alimentación y el estilo de vida son decisivos tanto para confirmar como para resolver el problema.
Dieta para el reflujo silencioso
Mucho más de lo que imaginas. La mucosa que recubre la garganta y la laringe no está preparada para resistir el ácido gástrico. Y cuando hay un reflujo frecuente, se inflama, se irrita y genera síntomas cada vez más molestos.
Pero además, hay alimentos y hábitos que agravan la situación:
Comidas copiosas o muy grasas
Café, alcohol, chocolate, cítricos o tomate
Picar entre horas sin regularidad
Cenar muy tarde
Tomar bebidas carbonatadas o ácidas
Acostarse justo después de comer
En consulta, trabajamos con muchos pacientes con reflujo silencioso que han mejorado notablemente con una pauta adaptada a sus horarios, síntomas y entorno. Y no se trata de eliminar alimentos para siempre, sino de aprender a reconocer lo que a ti te afecta y cómo modularlo.
Así trabajamos la dieta del reflujo silencioso en Nutt
En Nutt, no creemos en soluciones estándar. Cada caso es único. Y aunque el reflujo silencioso comparte ciertos patrones, la intensidad de los síntomas, la respuesta a los alimentos y los hábitos de vida son muy diferentes en cada persona.
Por eso, cuando recibimos a un paciente con sospecha o diagnóstico de reflujo silencioso, seguimos una estrategia estructurada pero completamente personalizada.
1. Primera etapa: regulación y alivio de síntomas
Nuestro objetivo inicial es calmar la mucosa inflamada, reducir los síntomas más molestos y permitir que el sistema digestivo recupere su equilibrio.En esta fase, restringimos temporalmente algunos alimentos conocidos por su efecto irritante o ácido, pero siempre de forma razonada, adaptada y sin caer en dietas excesivamente restrictivas.
No se trata de eliminar para siempre, sino de crear un entorno seguro para que el cuerpo se recupere.
2. Segunda etapa: reintroducción estratégica
Una vez los síntomas remiten, pasamos a una fase clave: la reintroducción progresiva y controlada de ciertos alimentos.Aquí analizamos cómo responde cada persona, qué alimentos tolera bien, cuáles conviene evitar más a largo plazo y cuáles simplemente necesitaban ajustarse en forma, cantidad u horario.
Esta etapa es esencial para recuperar variedad, flexibilidad y confianza al comer.
3. Tercera etapa: personalización y mantenimiento
Con toda la información recabada y los síntomas bajo control, diseñamos una pauta a largo plazo totalmente adaptada:
- Horarios
- Distribución de comidas
- Alimentos protectores
- Estrategias digestivas
- Soporte emocional y de estilo de vida (si es necesario)
El objetivo final no es solo que desaparezca la tos o la mucosidad, sino que la persona entienda lo que le ocurre, recupere el control sobre su salud digestiva y aprenda a cuidarse de forma sostenible.
No trabajamos con menús cerrados ni plantillas. En Nutt creemos en el acompañamiento profesional, progresivo y consciente. No queremos que te obsesiones con la comida, sino que entiendas tu cuerpo y aprendas a cuidarlo.
Menú reflujo silencioso en 5 días (fase restrictiva)
Este menú está pensado para pacientes con síntomas activos. No sustituye el diagnóstico ni la personalización clínica, pero puede ayudarte a iniciar cambios.
Día 1
Desayuno: Papilla de avena cocida con pera
Comida: Arroz blanco + merluza hervida + calabacín
Cena: Crema de zanahoria + tortilla francesa
Día 2
Desayuno: Yogur natural con plátano maduro
Comida: Pollo hervido con patata y judías verdes
Cena: Puré de calabaza + arroz blanco
Día 3
Desayuno: Avena con manzana al horno
Comida: Filete de ternera magra + arroz + zanahoria cocida
Cena: Sopa de verduras + pescado blanco
Día 4
Desayuno: Tostada de pan blanco con pavo
Comida: Guiso suave de lentejas + arroz
Cena: Tortilla + puré de patata
Día 5
Desayuno: Yogur con compota de manzana
Comida: Fideos finos con calabacín + merluza
Cena: Puré de verduras suaves + huevo duro
Recuerda es es primordial personalizar en cada etapa la dieta, así que no dudes en ponerte en contacto con nosotras porque estaremos encantadas de ayudarte.
Preguntas frecuentes sobre la dieta para el reflujo silencioso
¿Qué es exactamente el reflujo silencioso?
Es una forma de reflujo en la que los ácidos del estómago ascienden hasta la garganta, laringe o vías respiratorias altas sin causar la típica acidez o ardor. Sus síntomas suelen ser tos seca, carraspeo, mucosidad espesa y cambios en la voz.
¿Qué alimentos debo evitar si tengo reflujo silencioso?
Conviene reducir temporalmente café, alcohol, chocolate, cítricos, tomate, bebidas carbonatadas, comidas muy grasas o copiosas, y evitar comer justo antes de acostarse.
¿Puedo volver a comer de todo si sigo la dieta?
En la mayoría de los casos, sí. Tras una fase de control de síntomas, los alimentos se reintroducen progresivamente para recuperar una dieta variada y equilibrada.
¿Cuánto tiempo dura la dieta para el reflujo silencioso?
La fase más restrictiva suele durar entre 4 y 6 semanas, pero la duración total depende de la evolución de cada persona y de su respuesta a la reintroducción de alimentos.
¿La dieta es igual para todos los pacientes con reflujo silencioso?
No. Cada persona tiene tolerancias diferentes, por lo que la pauta debe ser personalizada según síntomas, hábitos, horarios y estilo de vida.
¿Buscas un tratamiento nutricional para el reflujo silencioso?
En Nutt, combinamos ciencia, experiencia clínica y un enfoque cercano.
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Farmacéutica y dietista-nutricionista colegiada CV00443, fundadora y directora de Nutt Consejo Nutricional, un centro de referencia en nutrición clínica y digestiva en Valencia. Desde hace más de 16 años ayudo a las personas a mejorar su bienestar físico y emocional a través de una alimentación personalizada, basada en la evidencia científica y en la escucha real del cuerpo.
Mi trabajo se centra en entender la causa de los síntomas, no en poner parches temporales. En consulta abordo desde patologías digestivas complejas —como SIBO, disbiosis intestinal, síndrome del intestino irritable, histaminosis o intolerancias alimentarias— hasta desequilibrios hormonales vinculados a la perimenopausia, la menopausia o el hipotiroidismo, sin olvidar la influencia de la microbiota, el estrés y las emociones en cada proceso metabólico.
Formada en Farmacia y Nutrición Humana y Dietética, siempre he buscado unir la mirada científica con la comprensión humana. Mi enfoque no es solo técnico: creo que comer bien no es seguir una lista de prohibiciones, sino reconciliarse con la comida y con el cuerpo, aprendiendo a interpretarlo y a cuidarlo. Por eso, en Nutt trabajamos con un equipo multidisciplinar que integra nutrición, psiconutrición, educación alimentaria y terapia de apoyo, ofreciendo soluciones completas y sostenibles.
En los últimos años me he especializado en nutrición hormonal femenina y menopausia, un campo en el que combino la práctica clínica con la divulgación científica. Creo firmemente que la salud de la mujer no puede reducirse a calorías o peso, sino que necesita entender su fisiología, sus cambios hormonales y su historia vital. Por eso divulgo activamente sobre temas como los fitoestrógenos, la resistencia a la insulina en la perimenopausia, el papel de la microbiota en la regulación hormonal o la relación entre alimentación, descanso y deseo sexual.
Además de la práctica clínica, soy colaboradora habitual en medios de comunicación nacionales como ABC Bienestar, donde publico artículos semanales sobre nutrición y salud con rigor y lenguaje cercano. También participo en espacios televisivos como Saber Vivir o À Punt, y en medios locales como Levante TV, siempre con el objetivo de acercar la ciencia de la nutrición al día a día de las personas. Mi labor divulgativa busca desmontar mitos, ofrecer claridad y empoderar a quienes buscan mejorar su salud sin caer en dietas restrictivas ni soluciones milagro.
He formado parte de distintos proyectos educativos y charlas profesionales, y actualmente compagino la dirección de Nutt con la escritura de un libro sobre la menopausia —una obra que combina ciencia y narrativa para ayudar a las mujeres a entender esta etapa con libertad y autoconocimiento—. También diseño protocolos personalizados de nutrición digestiva, hormonal y metabólica, adaptados a cada paciente, porque no hay dos organismos iguales ni dos historias de salud idénticas.
Mi propósito es acompañar a las personas a reconectarse con su cuerpo desde la comprensión y la ciencia, guiarlas con cercanía y ofrecerles herramientas reales para recuperar su energía, su bienestar digestivo y su equilibrio hormonal. En Nutt trabajamos con esa filosofía cada día: alimentar con propósito, enseñar con evidencia y cuidar con empatía.
Si deseas saber más sobre cómo la nutrición puede transformar tu salud digestiva, hormonal o emocional, te invito a descubrir mi trabajo en Nutt, leer mis artículos en prensa o agendar una primera consulta personalizada. Porque cuidar de ti empieza por entenderte.
