Cómo congelar y descongelar alimentos sin que pierdan propiedades
Saber congelar y descongelar los alimentos adecuadamente es todo un arte que con solo unas recomendaciones podemos aplicar en nuestras casas para que los alimentos que congelemos pierdan la menos cantidad de nutrientes posibles.
Tabla de contenidos
Ventajas de congelar alimentos
- Ayuda a nuestra economía: la congelación nos permite guardar para otra ocasión aquellos alimentos que nos han sobrado y así no desperdiciar comida
- Seguridad e higiene: Impide el crecimiento de bacterias
No significa que vamos a inactivar todas las bacterias patógenas pero si vamos a paralizar su crecimiento. La forma más segura de higiniezar los alimentos va a ser el calentamiento por encima de los 65 ºC… lo que viene a ser el cocinado.
- Todo el año: nos permite tomar alimentos fuera de temporada a un precio económico.
- Poca pérdida de nutrientes: los alimentos congelados por debajo de -18 ºC conservarán mejor los nutrientes y si es a temperatura de ultracongelado mejor (menos de 40 ºC)
- Podemos utilizar la congelación para ahorrar tiempo y ser previsores a lo largo de la semana para no tener que improvisar y acabar eligiendo comidas poco saludables.
Veamos ahora unos consejos para congelar y descongelar alimentos.
Congelar alimentos en casa
Durante el proceso de congelación se van a formar cristales de hielo en el interior de los alimentos según la cantidad de agua que contengan los mismos.
La formación del cristal de hielo va a depender de la temperatura a la cual congelemos. Cuanta menos temperatura, más pequeño será el cristal y menos dañaremos la estructura del alimentos.
Es por eso que se recomienda congelar de -18 ºC hacia abajo en nuestras casas.
Por lo que los alimentos que compramos en el supermercado ya congelados van a ser siempre de mejor calidad ya que la congelación se realiza a menos de -40 ºC, lo que llamamos ultracongelación. Gracias a este proceso de congelación tan rápido vamos a conseguir que los cristales de hielo que se formen sean más pequeños y que con ellos se rompan menos estructuras de alimento y se pierdan menos propiedades nutritivas.
Acostumbrate a poner fechas en los envases en los que congelas los alimentos. De esta manera te va a permitir llevar un control del tiempo que tienes los alimentos en el congelador. También es conveniente etiquetar los alimentos con el contenido que tienen por sí dentro del recipiente no pudieras recordar lo que contiene.
Pueden aparecer quemaduras durante la congelación y para poder evitar esta abrasión de los alimentos debemos conservarlos bien en botes herméticos, papel adecuado o bolsas de congelación.
Para saber si un recipiente es apto para la congelación debes mirar en el envase tiene este símbolo.
El símbolo de las temperaturas es la temperatura máxima y mínima que va a soportar el envase.
El cartón es un habitual en algunos de los productos que compramos en los supermercados. Procura retirarlo y poner los alimentos en envases adecuados ya que este podría absorber agua y formar cristales de hielo.
Cuando rellenes los envases para congelar no los llenes de todo ya que al congelar el alimento puede aumentar su volumen y puede romperse el envase.
Lo ideal es congelar alimentos en porciones o pequeñas cantidades que vayas a comer para que luego no sobre.
A la hora de congelar
Limpiar bien los alimentos:
- Carnes: eliminar bien las grasas ya que pueden llegar a enranciar el producto
- Pescados: eliminar las vísceras y secarlo bien antes de congelar (evitaremos la formación de hielo)
- Fruta y verdura: lavarla, pelarla y trocearla antes de congelar
Signos de que algo no ha ido bien
- La aparición de hielo alrededor del alimentos significa que el proceso de congelado no ha sido correcto y que puede perder propiedades. Para prevenirlas recuerda limpiar y secar bien los alimentos
- Del mismo modo el cambio de color o aparición de manchas por quemaduras. El envasado no ha sido correcto
Alimentos que no te aconsejo congelar:
- Los huevos: no congeles los huevos con cáscara. Van a aumentar su volumen y se romperán. Sin embargo si se te van a estropear puedes congelarlos bien con las claras y yemas separadas en recipientes o bien los puedes batir y congelar de esta manera.
- Alimentos que vayas a consumir sin cocinar: tomate, lechuga, pepino. Va a perder parte de su textura y no van a ser muy agradables de tomar.
- Los alimentos ricos en grasas se pueden enranciar, por ejemplo el queso, que si lo congelas y luego tratamos de cortar una vez descongelado va a romperse en pedazos.
- Patatas, ya que su contenido en almidón hace que cambie la textura y pierdan su consistencia habitual. Mejor dejarlas fuera de la nevera que duran mucho tiempo.
- Las especias pueden llegar a tomar un sabor amargo tras la congelación, por lo que es recomendable no congelarlas.
- Recetas de salsas como las mayonesas o elaboradas con nata pueden cortarse tras la congelación.
- Carnes y pecados que llevan 3 días en la nevera mejor cocinarlos primero y después congelarlos. Así sufrirá menos el alimento.
- Las pastas y los arroces a pesar de poder congelarse bien pierden su textura.
La descongelación de los alimentos
Casi más importante que el proceso de congelación va a ser el proceso de descongelado, ya que es aquí donde se pueden estropear más los alimentos, sufriendo daños en su estructura y pérdida de nutrientes si no somos lo suficiente cuidadosos.
Ante todo, debemos planificar bien los que vamos a comer al día siguiente, de esta manera conseguiremos descongelar los alimentos adecuadamente y no tendremos.
¿Cómo lo hacemos?
Lo mejor es pasar del congelador 24 horas antes de su consumo al refrigerador para que la rotura de cristales de hielo sea menor y de esta manera se pierda el menor agua y se rompan menos estructuras.
Además, cuando coloques el alimento en la nevera es conveniente hacerlo en un plato con una rejilla para que la posible agua de la descongelación no esté en contacto con el alimento y así de esta manera evitaremos posibles toxoinfecciones.
No es recomendable descongelar a temperatura ambiente ya que esta rotura de cristales se acelera, el alimentos pierde mucha agua y con la misma se perderán vitaminas hidrosolubles, aminoácidos y minerales.
Descongelar el alimento bajo un chorro de agua caliente o bien exponiendolo al sol puede proliferar el crecimiento bacteriano y puede ser un riesgo para nuestra salud.
Cuando vamos con prisas y encima no hemos planificado las comidas nos suele pasar que necesitamos un descongelado rápido de los alimentos y para ello utilizamos el microondas, ese electrodoméstico que convive con nosotros y que utilizamos comúnmente para calentar la leche pero que tiene una funcion de descongelacion.
Pues bien, esta función hay que respetarla y no intentar descongelar los alimentos más rápidamente poniendo la función de máxima potencia. Al igual que la potencia debemos seleccionar qué peso aproximado tiene cada alimento. En cuanto a esto cada microondas tiene sus programas y debemos respetarlos.
Cuando introducimos los alimentos al microondas debemos recordar retirar la tapa o bien abrir la válvula que poseen algunos tupper para que respire el alimento.
Además debemos ser cuidadosos con los envases que metemos en el microondas y para ello también existe una simbología que no indicará que es apto para el mismo.
Cuando hemos descongelado un alimento debemos de recordar que siempre hay que cocinarlo inmediatamente, sino se va a transformar en un estupendo caldo de cultivo para las bacterias.
En cuanto a las frutas y verduras congeladas no hace falta descongelarlas, para que pierdan menos propiedades y textura lo mejor es cocinarlas directamente congeladas.
Ahora solo nos queda planificar bien nuestra comidas semanales y de esta manera comeremos más saludable y ahorraremos en tiempo y dinero
Esperamos haberte ayudado con esta pequeña guía de cómo congelar y descongelar alimentos.
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